Edificio FAO – PNUD, Santiago
La obra se conforma a partir de 42 barras de acero tubular, de 4,50 mts de largo cada una, dispuestas sobre un soporte compuesto por pilares tubulares de acero. La modulación del volumen fue desarrollada de acuerdo a las dimensiones y proporciones de los ventanales. La propuesta alude al gesto vital del nacimiento, en un lenguaje simbólico, donde la secuencia de barras metálicas representa el movimiento del crecimiento y de la floración, contenidos en una simetría perfecta que parece proyectarse hacia el infinito. Existe una proyección real en el agua, que funciona como un espejo y en los vidrios del edificio que reproducen las armónicas líneas de la escultura.
AUTOR
Verónica Astaburuaga