Juzgados de los Muermos, Castro y Quellón
La propuesta consiste en una trilogía, de impecable manufactura artesanal, incorporadas en tres edificios de juzgados. En ella se entrelazan diferentes materiales, como maderas astilladas de alerce, sogas, roldanas, flejes metálicos. Todos ellos nacen de una estructura de fierro, que cuelga de las lucarnas sobre el hall público de cada edificio. Cada una de las obras se relaciona a las demás por su materialidad, forma y sistema de producción. El montaje de estas en el espacio interior de las lucarnas evoca abstractamente la poética marina. Estos módulos de madera son el resultado de largos viajes experimentales en busca de antiguos elementos de sistemas de navegación chilota. Suspendidos en el espacio pro cuerdas de fibra natural, los volúmenes se ven interrumpidos por roldanas de madera, sin polea, que a través de un sistema de tronquete funcionaban en goletas y chalupones.